martes, marzo 21, 2006

Hampton Fancher

Blade Runner es la cascada de imágenes más parecida al futuro que la humanidad ha conseguido crear. A pesar de ser una película de principios de los 80, sus gigantescos paneles de imágenes mojados por la constante lluvia ácida, el sushi, y el tocado tradicional chino mezclados con la ingeniería genética y los implantes robóticos, han construido un imaginario que ha influido definitivamente en la imagen real del mundo. Definitivamente.

La gente, cuando piensa en la película, recuerda a Philip K. Dick, ese escritor abrumador y psicótico, adicto a las anfetaminas, que acabó sus días paranoico y exaltado (el genio y la locura de la mano de las sustancias psicoactivas, una historia mil veces repetida) y que escribió la novela en la que se basó: “¿Sueñan los androides con ovejas eléctricas?”

Y todo el mundo, también, recuerda estas frases, que Roy, el replicante, pronuncia cuando siente que se le acaba la vida y perdona la suya a Deckard, quizá conmovido por el misterio de la vida en sí: “He visto cosas que vosotros no creeríais. Atacar naves en llamas más allá de Orión. He visto Rayos-C brillar en la oscuridad cerca de la Puerta de Tannhäuser. Todos esos momentos se perderán en el tiempo como lágrimas en la lluvia. Es hora de morir...

Pero Philip K. Dick no escribió esas frases. Esas frases, con fondo de imágenes en movimiento y lluvia, y que destilan una tristeza líquida que pasa de la mano de Roy a la mano de Deckard, fueron escritas por el guionista de la película, y no por Dick, puesto que no aparecen en la novela.

Y yo, desde aquí, 12 años después de que aquí comenzara en la pantalla de un viejo ordenador y de haber visto esas frases de Roy reproducidas hasta el infinito, rindo un mínimo homenaje a ese hombre: Hampton Fancher.

Ese hombre se llamaba Hampton Fancher.

4 comentarios:

slesnor dijo...

Qué bueno!... alguien sabe qué fue del bueno de Fancher?.

Bicos e apertas

La independiente dijo...

Pues según parece sigue en activo:
http://www.imdb.com/name/nm0266684/

Y aunque no fuera así, merecería que lo recordáramos. Aunque sólo sea por ser el guionista de esa maravillosa escena.

Un saludo,

Anónimo dijo...

Javierito, de acuerdo contigo: Balde Runner es un "peniculón" (que decimos en C...) Pero te voy a contar una experiencia que tuve el otro día: me fume un super petardo de marihuana buenísima de Holanda, me puse "2001, una odisea en el espacio" con el volumen bien alto y los auriculares y tuve "un viaje cinematográfico-astral" como nunca en mi vida. Y si, es cierto que Blade Runner es una peli fantástica, pero 2001 es otra cosa: es cine en estado puro. Las imágenes de las naves espaciales flotando en el espacio al ritmo de vals, las lunas que se ponen al ritmo de "Así habló Zaratustra, el ordenador diciendo "I'm afraid, I'm afraid"...perdóname la ordinariez compañero, pero casi me hago una paja.
Sólo Kubrick, grande entre los grandes, es capaz de eso.

Abrazotes de tú sabes de quién. Y que la fuerza te acompañe

La independiente dijo...

Compañero,
Lo cortés no quita lo valiente, lo cortés no quita lo valiente. Probablemente el hueso arrojado por el mono que se convierte en nave espacial es una de las mejores secuencias de la historia del cine. La historia de la humanidad en dos planos.
El ordenador diciendo "I'm afraid" y "I'm losing my mind" es apoteósico también. Kubrick. Claro.

Pero lo más curioso de todo esto es que en el libro de Rodrigo Fresán que estoy leyendo (gran libro, compañero, gran libro), el que menciono en otra entrada, la historia de los freaks que aparecen en las fotografías de Arbus está intimamente ligada con 2001.

Casualidades, casualidades.

Compañero, por cierto, acabas de desvelar que Peter Parker es Spiderman. :-D

Me has jodido la identidad secreta. :-)

Igual nos vemos pronto en el lugar donde vives. Y Bosquit y yo te hacemos una visita.
Hablamos