viernes, septiembre 30, 2005

Arcádicos ambientes

Para leer esta novela hace falta una cierta disposición del lector hacia el intimismo y la aceptación de ambientes cálidos, algo arcádicos y donde la rememoración del pasado posea algún valor en justa correspondencia con el presente, porque ayuda a que éste sea más rico, más pleno de experiencias y más verdadero, en definitiva. Este orden de las cosas, optimista y cargado de filantropía, es parte sustancial de la tradición literaria británica y norteamericana, pero en la española tendría la cualidad de extraña fantasía. Aun y así, y cada vez en mayor número, hay una constelación de obras, literarias y cinematográficas, que se ocupan de esa región inexplorada del melancólico intimismo asociado a la memoria.

Extraído de una crítica del suplemento cultural de ABC. En fin, la primera frase explica por sí misma por qué, afortunadamente, no existe un club de escritores que analicen y glosen “El club de la buena estrella”.

Para convertirse en un escritor que haga aceptar al lector los ambientes cálidos, algo arcádicos y donde la rememoración del pasado posea algún valor en justa correspondencia con el presente y que además ésta contribuya a que el presente sea más rico, más pleno de experiencias y más verdadero hay que ser tremendamente cursi. Y punto.

Vergüenza (colaboración)

“La agricultura mundial, con el desarrollo actual, por primera vez en la historia puede alimentar sin problemas a 12.000 millones de personas, casi el doble de las actuales. Por eso, que un niño muera de hambre es un asesinato. Cien mil personas mueren cada día de hambre. Un niño de menos de diez años muere cada cinco segundos. La falta de vitamina A causa la ceguera a un niño cada cuatro minutos. El orden mundial es asesino y absurdo, porque mata sin necesidad.”

(De Jean Ziegler, relator especial de la ONU sobre el derecho a la alimentación, durante la presentación de su libro El imperio de la vergüenza.)

Fundido en negro

Desde que lo leí no ha parado de rebotar dentro de mi cabeza.

El artículo lo escribió en un periódico un catedrático de filosofía, Manuel Cruz, su título: “Ni la muerte es lo que era (Fundido en negro)”.

En resumen, después de una introducción en la que se muestran algunas de las señales que están escondiendo a la muerte en el extrarradio de las ciudades, como si fuera algo vergonzoso; y de mostrar que el absurdo antes asociado únicamente con ella, ahora es algo generalizado en todos los ámbitos; después de decir que incluso los ministros de la iglesia han dejado de poder hacerla comprensible a los creyentes, escribe su párrafo demoledor:

Ahora bien, ¿y si todo lo anterior tuviera otra clave de lectura? ¿Y si el signo de tales fenómenos fuera sencillamente el inverso, esto es, que, lejos de constituir la idea de muerte una de las damnificadas por esa tendencia a la absurdización a la que nos hemos venido refiriendo, a lo que estuviésemos asistiendo fuera precisamente a su rotunda victoria? Con otras palabras: que fuera la muerte la que estuviera contaminando de absurdo todo lo real, devorando el mundo por dentro, vaciándolo del más mínimo sentido. (...)

Y las palabras en negrita se han quedado ahí, y no se quieren ir, rebotan y rebotan. La imagen de un absurdo gusano devorando la realidad desde dentro, eliminando el sentido de todo, sigue ahí persistente. No se va. Dos días en mi cabeza. Se ha hecho fuerte la idea y no consigo desalojarla. No sé si durará mucho el sitio a la plaza. Pero ahí está. Ahí sigue, orgullosa. No quiere irse.Y se queda ahí porque esa idea, esa intuición que el doctor Cruz ha tenido, es poderosa y explica muchas cosas.

martes, septiembre 27, 2005

Pitol

“Siempre ha habido literatura de entretenimiento. El problema de hoy es que los autores que la fabrican se creen la publicidad, y luego exigen ser tratados como eminencias.”. Sergio Pitol en una entrevista publicada en El País.

Una frase divertida y brillante. Es cierto que muchos escritores hoy en día se toman demasiado en serio, pero resulta especialmente ridículo ver envanecidos a los que ni siquiera hacen literatura.

Pero toda la escritura gravita alrededor de la vanidad. No existe el escritor desconocido y secreto como no cae el árbol en medio del bosque si no hay nadie allí para verlo.

lunes, septiembre 26, 2005

Nomen Nominandum

Una noticia que encuentro en Internet viene a decir que en Noruega están construyendo una escuela repleta de ordenadores que hospedará un organismo artificial. Una pieza de net.art desarrollada especialmente al efecto. Un organismo cuya existencia transcurre detrás de los límites que impone la red de la escuela y que se llamará Nomen Nominandum.
Según las especificaciones técnicas que he podido leer, podrá vivir y crecer durante años, imitando, por supuesto, el comportamiento de los organismos vivos.
Si se le convoca desde una máquina de la red, puede que acuda y se quede con el convocante, siempre que no se aburra, claro, pues para jugar con el organismo hay que seguir ciertas reglas.
Como la mayoría de los organismos, duerme de noche, aunque en este caso concreto en una pantalla de plasma.
Además, puede estar de mal humor y al ser nórdico tiene derecho a un mes completo de vacaciones, que él decide cuándo tomarse.

Extraños días estos que nos ha tocado vivir.

Estupidez

Los ignorantes son los muchos, los necios son los infinitos; y así el que los tuviere a ellos de su parte, ése será señor de un mundo entero.”

Escrito hace más de cuatrocientos años. Quizá Gracián no se hubiera sorprendido demasiado de la gran ola de estupidez que asuela el mundo, pues un gran conocedor de la naturaleza humana debe, por fuerza, estar prevenido ante semajante espectáculo.

Por el contrario, a mí cada día me asombra un poco más. Quizá no haya perdido la esperanza del todo.

viernes, septiembre 23, 2005

Pasavento

Me gusta escribir por el mero hecho de escribir. Al igual que Walser, desconfío de que pueda comunicarse la angustia, encuentro a veces insuficientes y superficiales las palabras, aunque quizás sirvan precisamente para ocultar la angustia. Me gusta escribir por escribir, del mismo modo que hay viajeros que no viajan en busca de países remotos y de alicientes externos sino por el placer intrínseco de viajar.”
Enrique Vila-Matas. Doctor Pasavento

Al igual que Vila-Matas, a veces tampoco yo tengo claro sin las palabras, a la postre, sirven para algo. Pero en la esperanza de que así sea, aquí sigo.

jueves, septiembre 22, 2005

Secuencia aleatoria

Los ordenadores tienen serios problemas para generar una secuencia aleatoria de números. La forma en que fueron diseñados, para realizar las cosas de forma predecible, los inhabilita para el azar. Pero la realidad es analógica y caótica. Probablemente, la humanidad ha acabado construyendo una herramienta de cálculo que sin embargo, es incapaz de explicarla.

Quizás al final, advirtamos que nuestra fascinación por el orden y la geometría es algo meramente genético. Y la realidad, otra cosa.

Funes

El memorioso, claro, de Borges.

Ahora su percepción y su memoria eran infalibles.
Nosotros, de un vistazo, percibimos tres copas en una mesa; Funes, todos los vástagos y racimos y frutos que comprende una parra. Sabía las formas de las nubes australes del amanecer del 30 de abril de 1882 y podía compararlas en el recuerdo con las vetas de un libro en pasta española que sólo había mirado una vez y con las líneas de la espuma que un remo levantó en el Río Negro la víspera de la acción del Quebracho. Esos recuerdos no eran simples; cada imagen visual estaba ligada a sensaciones musculares, térmicas, etcétera. Podía reconstruir todos los sueños, todos los entre sueños.
Dos o tres veces había reconstruido un día entero; no había dudado nunca, pero cada reconstrucción había requerido un día entero.”


¿Cuántos de nosotros no hemos deseado ser como Funes?. El olvido es una tragedia, ojalá pudiéramos recordarlo todo.

Éste, no lo olvidemos, era casi incapaz de ideas generales, platónicas. No sólo le costaba comprender que el símbolo genérico perro abarcara tantos individuos dispares de diversos tamaños y diversa forma; le molestaba que el perro de las tres y catorce (visto de perfil) tuviera el mismo nombre que el perro de las tres y cuarto (visto de frente). Su propia cara en el espejo, sus propias manos, lo sorprendían cada vez. Refiere Swift que el emperador de Lilliput discernía el movimiento del minutero; Funes discernía continuamente los tranquilos avances de la corrupción, de las caries, de la fatiga. Notaba los progresos de la muerte, de la humedad. Era el solitario y lúcido espectador de un mundo multiforme, instantáneo y casi intolerablemente preciso.”

Pero, olvidamos que el olvido nos hace tan humanos como el recuerdo.

martes, septiembre 20, 2005

Writing

Writing a book is a horrible, exhausting struggle, like a long bout of some painful illness. One would never undertake such a thing if one were not driven on by some demon whom one can neither resist nor understand. For all one knows, that demon is simply the same instinct that makes a baby squall for attention.” — George Orwell

Pues eso, que escribir un libro es una tarea inmensa que sólo deben emprender aquellos que están lo suficientemente seguros de soportarla. Oh, Musa, háblame de los sufrientes escritores, esforzados combatientes de la palabra.

Por eso yo escribo estas intrascendentes reflexiones. Porque no estoy hecho de esa pasta.

viernes, septiembre 16, 2005

Idiota

Existen frases que tienen la virtud de desmontar un mito por sí solas. Frases que, situadas en su contexto, conllevan tal carga, que enfangan ese mito y ya no se recupera nunca. Y me acabo de encontrar con una. De Sartre.

La frase en cuestión es “La ciencia no me interesa para nada” y es una majadería tal que ya no puedo creer en la supuesta brillantez e inteligencia del autor de “La náusea”.Que en pleno siglo XX alguien supuestamente inteligente diga algo así, sólo confirma que muchos genios sólo lo son por las miradas que los demás ponen en ellos.

miércoles, septiembre 14, 2005

Interés

Encontré el otro día en un periódico una cita de Josep Pla que ahora no recuerdo en su totalidad, pero que sí puedo parafrasear, pues recuerdo el sentido principal de su texto. Venía a decir que todo es interesante si se mira con la suficiente atención. Y en eso consiste mirar: en ser capaz de quedar deslumbrado por la maravilla del mundo.

Pero no como un niño, maravillado ante lo que no comprende, sino como un adulto, maravillado al comprender que no comprende nada.

lunes, septiembre 12, 2005

Pereza

Para un escritor vago
Nada como un público inexistente

jueves, septiembre 08, 2005

Fila

Ayer, mientras caminaba por mi ciudad, observé un fila de personas en la acera. Todas eran mayores e iban bien vestidas, como si fuera domingo y ellos los habitantes de una ciudad portuguesa de provincias esperando para ir a misa.

Pero no hacían cola en la Iglesia. Hacían cola en una sala de baile con orquesta en directo.