miércoles, abril 06, 2016

Fermi



Si no fuera por los ratos libres (últimamente demasiados) que tengo en el trabajo, no estaría haciendo esto. Sigo leyendo, eso sí. Mucho en Internet y menos en papel, porque para leer un libro en papel hay que disponer de un reducto (no de una habitación propia que decía aquella, a mí me bastarían 10 min de tiempo vacío a mi alrededor, una pequeña singularidad imposible de encontrar en este momento en mi casa) y yo no lo tengo. No pasa nada. No es grave. Simplemente, como decía el tal Nicholas Carr, probablemente me esté volviendo más superficial, que tampoco me viene mal. Que tampoco hay que estar todo el día pensando en profundidad sobre el devenir del mundo.

Pero, aunque lo intento, no siempre lo consigo, la verdad (me refiero a convertirme en un ser superficial) y ayer, en un rato de espera, me puse a leer un artículo de Jotdown llamado Universos paralelos, explosiones cósmicas y la paradoja de Fermi. Qué le vamos a hacer. Es muy difícil dejar de ser quien uno ha venido siendo tanto tiempo. Será que esto es como las adicciones. Uno mejora, mejora, y luego recae. 

El caso es que ese artículo contaba que, probablemente, no hemos entrado en contacto con extraterrestres (la famosa paradoja de Fermi: si la vida es tan común en el universo, ¿por qué no se han puesto en contacto con nosotros?) porque en el universo inflacionario, esto es, el período de microsegundos que siguió al big bang, por fuerza tuvieron que surgir infinidad de universos a la vez (el multiverso, esa gran palabra), con los que no es posible ponerse en contacto con una constante cosmológica ligeramente diferente. La existencia de galaxias pequeñas en torno a galaxias grandes está regida por esa constante cosmológica (eso y muchas otras cosas, como la existencia de la propia masa), y esa existencia hace más difícil la vida porque las galaxias pequeñas provocan frecuentes explosiones de rayos gamma que acaban con ella (aquí pueden pensar en la explosión de la Estrella de la Muerte, versión remasterizada, claro). En resumen: es probable que la vida no sea tan común como creemos en nuestro universo porque nos tocó una constante incorrecta en el reparto inicial de la baraja y que en otros universos inalcanzables la paradoja de Fermi no sea tal y las diferentes formas de vida sepan las unas de las otras. 

Fascinante, ¿no?

Total, para acabar al final sabiendo que lo más sensato que puedes hacer con todo ese conocimiento es abandonarlo sin pena, desligarte de él, dejarlo amarillear mientras sus esquinas se levantan poco a poco y se vuelven quebradizas. 

La familia bien. Eso sí que importa.