lunes, marzo 27, 2006

Exoesqueleto

Los artrópodos son invertebrados que tienen un exoesqueleto articulado de quitina. La bondad de este exoesqueleto, impermeable y articulado, que evita la desecación, es evidente, puesto que el 80% de todas las especies animales conocidas pertenece a los artrópodos. Un éxito evolutivo impresionante. La única pega es que como compensación, para crecer, deben mudar su dura piel.

En el caso de las personas, el exoesqueleto es algo más sutil, algo más delicado y fugaz. En ese caso la quitina no desempeña ningún papel; el exoesqueleto se segrega poco a poco, capa a capa y sin prisa; a causa de los desengaños y la soledad o de la lejanía y la tristeza. Como una respuesta evolutiva propia de los humanos. Al igual que en los artrópodos, el exoesqueleto humano, impermeable y articulado, evita la desecación. Y al igual que en los artrópodos, este fantástico recurso requiere como compensación que, para crecer, haya que mudar la piel.

Por lo que la ciencia recomienda que, en el caso humano y mientras dure el proceso de crecimiento en el que estamos sin él, mejor no exponer demasiado nuestro interior a la intemperie.

Por la desecación, más que nada.

5 comentarios:

Portarosa dijo...

Buen texto, Xavie. Un abrazo.

La independiente dijo...

Gracias porto,
Como siempre.

Un saludo,
Xavie

May dijo...

Qué lindo, lindo en verdad...
Me gustaría mudarme de piel, a veces.
Un saludo.

La independiente dijo...

Gracias may.

Eres muy amable.
Un saludo.

Xavie

Anónimo dijo...

combinar biología con romantisismo es algo de que ningún científico puede dejar de lado...
Me gusto el texto, me gusto el blog. Somos tantos en el mundo que no pensé que a muchos les interesara lo mismo que a mi, pero el internet es una fuente útil para saber de esa clase de aficionados a la vida.
Natalí
ilatan_15@hotmail.com