Estoy aquí, en un hotel y miro el estampado de flores del papel de la pared. He tomado una decisión irrevocable. Me voy a matar. Estoy mezclando el cianuro que he comprado con el whisky que he pedido en recepción. He elegido el cianuro y el whisky porque me parece una mezcla con estilo.
Supongo que estarán interesados en mis motivos. Todo el mundo pregunta por los motivos de las acciones. No creo que tengan mucha importancia. Pero supongo que siempre están ahí. En mi caso, el motivo es bastante vulgar: la ruina.
Invertí todos mis fondos en los valores equivocados. El café se desplomó y ahora, en lugar de millones sólo tengo papel mojado. Mi vida es complicada. Tengo muchos gastos: dos exmujeres a las que debo pasar una pensión, dos hijos en colegios británicos, una amante que me sale muy cara y muchas cuentas pendientes con el sastre.
Sé que algunos de ustedes, bienintencionados, se estarán diciendo que todo se puede superar. Y quizá lleven razón. El dinero sólo es dinero.
Pero no soporto a mis exmujeres. Ni tampoco a mis hijos. Es inútil engañarse a estas alturas. Y, afortunadamente, las deudas también se heredan en este país.
6 comentarios:
Ah, pues está muy bien, el motivo final.
(Has puesto hijos "con" colegios.)
Buena semana.
Gracias, Porto, se lo merecían...
Gracias por la corrección.
Un abrazo,
Buen relato. Los motivos para la muerte son tan personales, como los que tenemos para vivir. Yo si tuviera dos exmujeres creo que haría lo mismo... ;)
Beso, Xavie
Me gustaría pensar qué piensan las dos ex-mujeres del tipo en cuestión. De todas formas, en tu línea mordaz y directa. Un abrazo.
¡¡¡Joe, pero si vive solo y tiene amante!!! ¿Qué más quiere?
No sé en lo que pensarían las exmujeres, Rythmduel, la verdad. Probablemente no serían conscientes de lo que están a punto de provocar...
Y Conde, vive solo y tiene amante pero se ha quedado sin dinero para pagarse la vida que le gusta llevar. ;-)
Un abrazo
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