lunes, octubre 23, 2006

Miembro fantasma

Cuando el médico le dijo que tenía que amputar la pierna, él no dudó de que aquello era necesario: olía mal, tenía muy mal aspecto y lo peor, era posible que la gangrena acabara por matarlo. Así que entre una pierna y la vida, no lo dudó. Eligió convertirse en un lisiado aunque nunca más volviera a disfrutar de la sensación de correr por la arena de la playa o de saltar con la seguridad que dan dos piernas.

Lo que nadie le explicó es que, años después de perderla, iba a seguir sintiéndola. Nunca había pensado que algo que había desaparecido pudiera doler.

Aunque, ahora que pensaba sobre ello, quizá que te duela algo que ya no está sea tan común como, en un día lluvioso, observar los caminos del agua en el cristal de la ventana.

4 comentarios:

Anónimo dijo...

Oye, pues a lo mejor sí que es una cosa común. Tenía yo un tío manco (por la guerra civil) y de vez en cuando decía que le dolía el brazo que no tenía. ¡Vamos, que le dolía de verdad! :S

La mente es muy chunga para según que cosas. Un besote. C.

princesadehojalata dijo...

Si, si eso pasa calamity y se llama como el título: el síndrome del miembro fantasma. Tiene que ver con los restos axonales de las terminaciones nerviosas amputadas. Pero lo peor son ese otro tipo de fantasmas de los que habla Xavié...Recurrentes e inesperados. Duelen mucho.
Xavié, ya volví de Lisboa y seguí tus recomendaciones. La ciudad me ha encantado, congeniamos enseguida. Creo que allí terminé de curarme. Un beso.

La independiente dijo...

Hola Cal,
Sí que debe ser una cosa común, pero yo hablaba más bien de los otros fantasmas, de los de princesa.

Princesa,
Me alegro de que congeniaras con Lisboa, esa es una amistad de por vida. Y me alegro de que te curaras justo allí.

Besos a las dos

Xavie

Anónimo dijo...

Cachis. No lo he pillado bien. Voy muy espesa. Gracias, Princesa. En la blogocosa, como en la vida real, siempre se aprende algo. :)

Besos para los dos. C.