lunes, abril 14, 2008

Última

Un profesor de Ciencias de la Computación de la Universidad Carnegie Mellon va a morir en un plazo no superior a seis meses debido a un cáncer incurable. Como legado para sus hijos decide dar una conferencia llamada "The Last Lecture", es decir, La Última Conferencia. En esta charla, en lugar de hablar de los algoritmos que reducen el ancho de banda necesario para transmitir vídeo de calidad, por ejemplo, va a desgranar consejos vitales para sus tres hijos aún pequeños. El argumento, muy sentimental, ya ha sido aprovechado por Hollywood en algunas ocasiones. Nada que objetar. Hasta aquí no me parece que haya nada raro en el hecho de que alguien a punto de morir desee dejar un legado para la familia que no le conocerá. Supongo que es un impulso muy humano: resolver cuentas pendientes; intentar arreglar lo que ya no tiene arreglo para, al menos, poder decirnos con convicción que lo intentamos; decirle a la gente importante en tu vida que es importante y por qué; decir muchas veces "te quiero"; despedirte de todo el mundo.

Lo que me hace reflexionar de todo el asunto (aparte de la muerte, claro, a quién no le hace reflexionar la muerte, el paso del tiempo y el amor, los tres únicos temas sobre los que merece la pena hacerlo) es que este profesor, además, ha decidido hacer pública su conferencia en Internet. Y su último legado ya lo han visto diez millones de personas. Y no acabo de entender qué necesidad hay de hacer público algo tan íntimo. No comprendo ese afán de notoriedad cuando le faltan sólo unos meses para abandonar este mundo. ¿No sería mejor ir despojándose poco a poco de todo? ¿desembarazarse de lo superfluo? ¿partir ligero?

Y, al otro lado del espejo, tampoco comprendo ese afán por ver el último testimonio de un moribundo. Diez millones de personas quizá han pensado que alguien más cercano al final, a la línea de sombra, alguien cuyos contornos ya se están desdibujando, que se está deshaciendo hora a hora, minuto a minuto, cada vez más cerca de la muerte, puede revelarnos cosas importantes sobre la vida, puede resolvernos algunas de las dudas que nos acompañan desde el principio.

No he visto la conferencia. No pienso hacerlo. No seré yo quién piense que hay una respuesta.

10 comentarios:

Divina nena dijo...

Yo no veo tan grave que lo cuelgue en la red, puede que también sea un impulso más de una persona, que al filo de la vida, no deja de tener su ego bien crecido, y ¿por qué no? Es politicamente incorrecto esto de tener el ego subidito, sin embargo yo, que no soy nada correcta, no juzgo esta acción, incluso diría que si fuese este señor hubiese hecho algo parecido :-D

Lo que si da que pensar es la cantidad de personas que se lo han descargado, porque seguramente han sido impulsados por el morbo,o por la curiosidad absurda de creer que el que está casi en el otro lado posee algún tipo de verdad absoluta, pues no olvidemos que sigue acá. O se está acá o allá.

Buen día Sr. Xavie

La independiente dijo...

Buen día Divina,
Yo tampoco lo veo tan grave, no se trata de eso, ni tampoco de su ego. Se trata de que me parece raro que alguien a punto de morir se preocupe justamente por eso. Hay algo que me rechina en esa actitud.

Con respecto a los que lo han visto, sí que da que pensar aunque pueda ser más comprensible.

Un beso,
X.

Anónimo dijo...

Já vi garotos ( e garotas) trocando mensagens em internet, em lan houses, com a criatura que estava ao seu lado! O que imagino que seja é que a internet hoje se tornou uma coisa quase onipresente. As pessoas, estejam ou não morrendo, não conseguem viver , melhor dizendo, conceber a vida sem ela. Se isso é bom ou mau não sei dizer. Eu também gosto de internet. Mas ainda ( e não sei por quanto tempo) preferia apertar-te a mão e te conhecer pessoalmente ( e aos que leio pela rede) do que ficar aqui, a oceanos de distância, trocando idéias.
Em resumo, acho que pra muitas pessoas a internet já virou " o ar que se respira" e elas nem analisam mais se a vida pode existir sem seu uso.

Anónimo dijo...

qué no, qué no, lo que le pasa al profesor es que tiene cosas interesantes que decir (por aquello de la muerte), y ha pensado que podría recibir respuestas interesantes.

irse ligero? y si luego se aburre por aquellos lares con hálitos de putrefacción?

no es pedante, tiene prisa.

me ha gustado mucho j.

La independiente dijo...

Hola Maray,
Estoy de acuerdo en que Internet se ha convertido para mucha gente en un refugio y que las relaciones personales son las verdaderas. A fin de cuentas, conocer a alguien por la red es establecer un nuevo tipo de relación pero siempre será mejor el cara a cara. La reflexión del post estaba relacionada con el exhibicionismo que mucha gente muestra en la Red y que yo no acabo de comprender.

Pero, entre otras cosas, gracias a la red, podemos intercambiar ideas a océanos de distancia (bonita frase y además cierta en este caso).

Hola anónimo (¿anónima?),
Si a mí no me parece mal que tenga cosas que decir, si a mí lo que me sorprende es que tenga que decírselas a todo el mundo. :-P

Y está claro que tiene prisa. Y tanto.

Gracias por comentario,
X.

Virginia Barbancho dijo...

Ya bueno, Javi, pero que levante la mano quien no tiene el ego hasta arriba (ninguno de los dos la levantamos el otro día en la calle mientras observábamos el happening del atleta callejo ése, eh?)

A lo que iba: yo creo que una persona con los días contados debe hacer lo que le pida el cuerpo (o la conciencia). Para mí, el simple hecho de que salga a la calle y pretenda hacer algo -con mayor o menor acierto, discutible o no-, y no se quede en casa llorando, es ya algo más que loable...

Y respecto a los que leen... a mí me gustaría leerlo, qué quieres que te diga... no sé lo que dirá, pero sea lo que sea, supongo que habrá sido un gran esfuerzo, y si él ha elegido compartirlo, que sea.

Hasta mañana!!!

Gemma dijo...

A lo mejor te referías, más bien, a la pérdida de pudor a la hora de mostrar nuestra privacidad y asuntos íntimos, tan actual por cierto.

Creo que, en efecto, hoy el pudor se entiende más como un lastre que como una virtud.
¿Nos estaremos haciendo mayores?
Saludos, Xavie

Anónimo dijo...

Colgarlo en la red no es una cuestión de ego, es una cuestión de costumbre. La conferencia, aunque dedicada a sus hijos, fue impartida en la Universidad, por invitación, ante una audiencia numerosa. Es algo habitual en las universidades americanas colgar las conferencias impartidas en la red para que cualquiera interesado pueda bajárselas. No la he visto, pero me imagino que no es una conferencia íntima, dirigida solamente a sus hijos, aunque haya sido una conferencia personal, poco técnica, en este caso. Lo que a mí también me sorprende es el interés suscitado, pero no más de lo que me sorprende el éxito desproporcionado de algunos libros de autoayuda. No creo que sea cuestión de morbo, creo que es más bien una búsqueda inútil de recetas mágicas que nos hagan felices y nos ayuden a enfrentarnos al concepto de muerte.

Creo que te falta un "de" antes de algoritmos.

Saludos.

La independiente dijo...

Hola mega,
Sí, me refería al pudor justamente. A la falta de pudor que parece que tiene hoy en día todo el mundo, como si todo fuera publicable y comunicable a los demás, como si el hecho de tener una audiencia masiva lo justificara todo. ¿Cuánta gente se opondría hoy en día a salir por televisión debido precisamente al pudor? Poca, me temo. Será que nos hacemos mayores.

Hola María,
Gracias por la corrección, llevabas razón. Quizá lleves razón en que el tipo este no pensó en una audiencia masiva cuando dio la conferencia y que fue la Universidad la que la publicó. Pero impartir una conferencia así ya implica cierta intención... No sé, no sé.

Y aún entiendo menos el hecho de verla. Y sí que tiene que ver con la autoayuda y la dificultad de asumir los hechos tal y como son. Hoy estamos y mañana no estaremos.

Es complicado,
Saludos a ambas,

X.

Anónimo dijo...

Yo no sé si lo ha publicado la universidad, seguramente lo ha hecho él mismo, pero como parte de una costumbre. Era una charla pública en realidad, no algo privado.

Si, difícil enfrentarse al hecho de que esto tiene fin, pero así es. Veo que tú (o Xavie) lo tienes muy presente últimamente. Todos deberíamos tratar de recordarlo de vez en cuando para relativizar todo lo que nos ocurre y todo lo que hacemos (pero sólo de vez en cuando, tampoco hay que obsesionarse ;-))