A veces, simplemente, no hay nada que contar. Se puede decir que hemos dado un paseo, que hemos comprado algunos libros, que hemos mirado a la gente, que hemos intentado ir a una exposición que estaba cerrada, que nos hemos dejado mecer por las oleadas de caminantes (las costuras del centro de Madrid a punto de reventar), que hemos escuchado un disco con atención, que hemos leído algo, no demasiado, que nos estamos limitando a dejar pasar el tiempo, que el aburrimiento (¿el hastío?) se ha apoderado de nosotros, nos ha atrapado y nos acaricia la espalda (porque el aburrimiento no zarandea a nadie, sólo le cae encima como una interminable sucesión de tiempo). Que hoy no somos demasiado felices. Ni tampoco desgraciados. Que nos estamos dejando vencer en lugar de pelear por el empate (porque Ellos nunca pierden, de vez en cuando, se dejan empatar después de todo un partido trabado y con mucho juego físico, nada de florituras de virtuosos del balón, nosotros bien situados en el campo y apretando los dientes para impedir los desmarques). Que hoy nos da un poco igual incluso esto, poner una palabra detrás de otra, esta vanidad, este empeño por hacernos escuchar, esta estupidez.
Y, sin embargo, fíjense. Aquí están mis palabras, todas ordenadas, una detrás de otra, que caen sin ganas y se van amontonando justo antes del punto y seguido. Y no sé por qué. Y tampoco tengo mucho interés en averiguarlo. ¿No es fantástico?
9 comentarios:
Es asombroso que nos empeñemos, no ya en vivir, sino en que que la vida sea tantas cosas.
Un abrazo (ah, y está muy bien escrito, creo yo; cuántos días uno piensa esas cosas, ¿verdad?).
Sí, es asombroso. Los humanos seremos monos evolucionados, ¡pero qué monos! :-P
Además, era un día de los que, como digo en el texto, ni me sentía feliz ni tampoco desgraciado. Un día más.
Un abrazo y gracias (como siempre :-)
X.
Sí que lo es, fantástico. Las buenas costumbres, los buenos hábitos son nuestra salvación. Supongo que el día deja de ser tan plano cuando consigues escribir algo que, además, te queda tan bien.
Es fantástico lo bien contado que está. Escribir como exorcismo, para alejar abulias.
Besos.
Hola María y Princesa,
Gracias. La rutina se deja acariciar cuando tienes costumbres como esta. O no. O depende del día. No sé.
Un beso,
¡¡¡¡¡¡UUUUffffff!!!!
Qué bueno!!!!
Lo es. Para no tener nada que contar, has contado mucho.
;-)
Gracias Virginia y Mega,
Un saludo
Gracias Virginia y Mega,
Un saludo
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