Tres poemas de invierno, tres poetas amigas, en la realidad a este lado de la pantalla del portátil:
ETDN:
Qué lentos los minutos
en las piscinas de agua templada
en este líquido
profundo
de invierno
Aroa:
Yo no sé nada de las mujeres
que ríen
tan tempranas.
Tienen el corazón
tiznado
de gotas de café
y humo de cigarro.
Su cadera se expande
sin dolores
sin los hijos colgando
sin la casa.
Las mujeres que libres
se reúnen
sin otra vocación que la mañana.
Nada sé yo de la mujer oscura
que adorna las esquinas.
Calle del Desengaño,
los yunqueros del cuerpo
golpean con su sombra
la lluvia prematura.
Tiene horarios la noche
que alzan sus cortinas
como en esta oficina
de mañana.
Nada se yo del abrigo arrugado
de la mujer
cautiva. El coche
y el frenazo
de cielo
sobre ella y en rojo,
el crujido de pétalos
perfuma su rutina
y carreteras insomnes.
Nada sé de su dolor vencido
de héroe que se esconde
de manzana brillante.
Pero todas,
lo sé,
regresan un instante
y, al menos,
unas horas
dormidas
reconocen sus sueños.
y Lara:
Como una ruina levantándose, ahogado el silbido del
espacio, la aleta de un escualo o un colmillo, así
barrunta el huracán tras estas puertas.
No hay resquicio por el que no grite el aire ni
madrugada inocente o inofensiva.
Y ni siquiera el humo de la luz que se consume,
la espalda quieta en este muro contra nada.
Ya no hay chicharras, ni pasos cuando la feria,
y mañana el frío hará escarcha en los cristales,
y yo haré balanza: con el recuerdo fresco de
la sangre en el plato tras la carne, la ciudad
se me aparece entre los sueños con los pasos
quemados de los amigos, y a pesar de eso, hoy,
la soledad hinchada de estas paredes, la noche
larga, el teléfono, la vela quieta, el vicio,
antropofagia de los secretos, y tecla a
tecla: el desafío.
Cuando detrás de las horas vengan tus huesos
a juntarse otra vez con todos los míos, y llueva
sobre mojado en esta cama, y caiga la gota gorda,
piel aunque piel, poro propósito, tarde y marisco,
yo haré balanza: el viernes, día de la luna,
diente y ombligo, que ningún viento arranque
de cuajo esta ballena donde he vivido.
5 comentarios:
Sentido homenaje el tuyo (y ¡cuánta razón!).
Un abrazo, Xavié
Triple acierto.
Gracias. Un honor ser citada de esta manera en tu blog. Y con tanto cariño, también. Y junto a dos POETAS con mayúsculas.
(Lo que dan de sí los largos en la piscina, ¿eh?)
besote
uah, ¡una excepción en el más negro blog!
un beso para el que habla, para el que escribe y para el personaje x que bien lo esconde
¡Joder, me han encantado, J.!
Ha sido una suerte leerlos.
Un abrazo.
Publicar un comentario