Tanto maldito sentimiento implicado en la creación literaria me hastía un poco, la verdad. Tantas horas dedicadas al ínclito oficio de escribir, y tanta sangre y tanto esfuerzo y la musa que se resiste y tal. Ese es el tema: casi todos los escritores creen necesario decirnos que escribir es una lucha, que escribir es algo agónico, que serían capaces de vender a su madre por una buena historia, que viven la vida de forma vicaria, interponiendo entre la realidad y los sentimientos una especie de papel carbón, que hace copia de los acontecimientos para que después puedan interpretarse por el yo escritor. Que los escritores no pueden evitar pensar en cómo contar los grandes acontecimientos de su vida de una forma literaria, que hay escritores que ven a su propio padre agonizar y, en lugar de sentir asco y rabia con el mundo, en lugar de sentirse verdaderamente solos, ya desesperadamente solos ante la muerte —la próxima generación en morir será la mía, la mía y no la de otro— lo que hacen es imaginar cómo van a contar esa muerte y esa soledad ante los demás. Que escribir es necesario, que hay que sentir una especie de pulsión inevitable que te haga poner palabras en el papel, que escribir es una especie de misión de Dios, un destino que se asume resignadamente porque, de verdad, lo que querrían hacer todos los escritores no es sufrir sino más bien pasar todo el día follando con mujeres guapas, como todo el mundo, pero que ya que se sienten elegidos en su misión, hacen el esfuerzo y en lugar de drogarse, o dar paseos, o escuchar música o cualquier otra cosa —follar con mujeres guapas— se ponen delante del ordenador, o del papel en blanco e intentan conmover a gente que ni siquiera conocen y eso a pesar de tener que ver a un psicólogo por lo mal que les hace sentir recordar que no pudieron apenarse verdaderamente con la muerte de su propio padre, sino que almacenaron la experiencia para utilizarla más tarde en una obra maestra, una obra que les llenara de orgullo.
Anda ya. Que estáis muy vistos. Que me cansáis. Decid algo original, coño.
Está claro que yo no voy a acabar escribiendo nada serio porque no siento ese destino dentro de mí, porque no me siento impulsado por la Historia, porque a veces tengo ganas de escribir y a veces no, porque no creo que escribir una novela sea más importante —ni de coña— que construir un puente. Y, claro, así, con esa falta de destino, con esa falta de pulsión, de intensidad, de necesidad de escribir, con esa falta de misión divina, cómo voy a acabar escribiendo algo serio, algo tremendo, algo trágico, algo que conmueva y cambie la vida de alguien. Pues de ninguna manera, la verdad. De ninguna manera.
Qué le vamos a hacer. Lo mío deben de ser los puentes.
10 comentarios:
Jajaja... Muy bueno.
No sé yo si construir puentes es tan tan tan importante (bueno, si es el Golden Gate sí).
Lo realmente difícil, lo más ínclito de todo, es ser feliz. Habrá que preguntarle a los folladores de chicas guapas...
¿Esta usted seguro de lo que dice? ¿No será que está viendo como poco a poco se convierte en algo parecido a lo que critica?
Hola Conde,
Gracias por el comentario. Es que me levanté un poco harto de toda la mística literaria, no sé por qué. :-)
Y construir puentes es la hostia (aunque no sean el Golden Gate). Y sí, lo más ínclito es ser feliz.
Abrazote,
Anónimo,
A ver, identifíquese :-)
Me temo que sí estoy seguro de lo que digo y no creo estar convirtiéndome en lo que critico, precisamente por lo que critico. Igual no me siento llamado a tan excelsa misión. Qué le vamos a hacer.
Un saludo,
X.
:-) Pedazo de sonrisa de medio lado me ha quedado, nene me ha gustado mucho. Y es que tal vez ese sea el camino, cagarse en la mística que os rodea a los escritores, y escuchar música, pasear solo, drogarse, etc... está genial, pero nunca como meta de algo. !Ah! No te olvides de follar con mujeres guapas, o con quien te de la gana, pero no lo dejes, porque eso dicen que inspira...
Besos Sr. X ;-)
Hola Divina,
Pues me alegro de que le haya gustado, "nena" ;-)
Y de que le haya provocado una sonrisa. Y no me olvidaré de su recomendación, faltaría más.
Un beso,
X.
¿Y qué te hace pensar que los escritores no se drogan ni dan paseos ni escuchan música ni follan con mujeres guapas y van al psiquiatra?
Jajaja. Buenísimo. Habrá que pensar eso de ser "puentista".
besos
Literatura y vida. Hay quien vive la vida como aficionado a tal o cuál equipo de fútbol.
Por si te ayuda, te copio lo que contestó Buñuel cuando le preguntar que como entender alartista:
"PAra entender la obra de un artista
ese esencial
saber que caga, mea y se la menea,
como cualquier mortal".
Un libro puede ser un puente pero un puente nunca va a ser un libro.
Hola cordón,
En eso llevas razón, pero los puentes que construyen los libros no sirven para que la gente vaya de una orilla a otra del río.
Cuando hablo de estos temas solo pretendo hablar de la humildad que, a mi entender, deberían tener los escritores a la hora de afrontar su tarea, nada más.
Y no te digo ya la que deberíamos tener los aspirantes... De eso ya ni hablamos.
Un saludo y vuelve cuando quieras.
X.
Muy bueno, Xavi.
Un abrazo.
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