lunes, marzo 17, 2008

Incomprensión

Mira a Juan con la incomprensión marcada en los ojos. En ese momento no le duele pero cuando retira la mano con la que se ha agarrado el vientre, la retira llena de sangre. Así es como acaba todo, piensa. No siente miedo, la desaparición no le preocupa. Nunca ha pensado demasiado en el final, nunca lo ha considerado necesario. Lo que más le molesta de la escena es que, al final, su odiosa vecina va a acabar llevando razón sobre lo de que cualquier día aquel animal la iba a matar. Ya se la imagina presumiendo de perspicacia ante las cámaras de televisión. Imbécil.

La noche de su primera cita todo había ido sobre ruedas, Juan había llegado a su casa a las 19.00, sin retraso, oliendo muy bien y recién afeitado. Le gustaban los hombres puntuales, los que no la hacían esperar. Demostraban respeto por ella. Hacía tiempo que no salía con nadie, casi un año, y estaba algo nerviosa. El vestido negro de tirantes y los tacones habían sido, como siempre, su elección. Se veía muy guapa. Juan la había llevado a cenar a un restaurante japonés y fue en esa cena cuando decidió acabar con él en la cama en la siguiente cita. Él había apostado por la comida exótica para impresionarla pero ella tuvo que reprimir más de una sonrisa para no incomodarlo. Como cuando Juan se había llevado el wasabi, esa pasta verde que sabe a rayos, directamente a la boca, en lugar de mezclarlo con la salsa de soja. En fin, sus esfuerzos por parecer mundano le parecieron enternecedores. Al final, Juan había reconocido que la comida japonesa no le gustaba mucho (más bien nada) y que era la primera vez que pisaba un restaurante así. Cómo evitar acabar en la cama con un hombre así, que se mostraba tan torpe en su primera cita con una mujer.

Tenía que haberme ido, piensa mientras la sangre se escurre por sus piernas hasta el suelo, tenía que haberme ido o haberlo denunciado alguna de las veces en las que me pegó, haber hecho algo, haber pedido ayuda, haber huido. Mira la sangre y sigue sin creerse que sea suya, que todo esto le esté sucediendo a ella, que vaya a ser portada en los periódicos. Mira la sangre y no comprende qué impulso suicida la animó a quedarse. Mira la sangre y no entiende nada.

5 comentarios:

Divina nena dijo...

Aguita con el tema eh!

Varios apuntes:
1- por un momento, fijate si a mi al igual que a la protagonista le resulta incomprensible, pensé que el texto al decir "animal" se refería a un perro, en serio, me sigue pareciendo tan increible que una persona le haga esto a otra...

2- buena descripción corta, detallosa en la justa medida, de lo turbadora de la situación, me daba la sensación al leer que todo daba vueltas, sin poder dar crédito a la realidad.

3- un apunte, que como andaluza que soy observo mucho "no la preocupa" cuando considero que es correcto "no le preocupa"

Muy bueno,Xavie, muy buen texto sin caer en la ñoñez de algunos al tratar este tema. Como siempre me sorprendes.

Divina Nena

La independiente dijo...

Divina,
Por cierto, ¿no será usted anónima de estar por casa con una nueva personalidad? :-D

Aparte de eso, gracias por los dos primeros comentarios, porque la verdad es que era algo que había buscado.

Respecto al tercero, resulta que el que se esconde detrás de Xavie también es andaluz y le preocupa sobremanera (:-D) que se le cuele algún laísmo por lo que después de consultar en Internet sobre el tema (porque a ese señor no le parece tan claro como a usted), parece que lleva usted razón. En el Corpus de Referencia del español actual sólo aparecen un 5% de ocurrencias tales y como yo he utilizado la construcción (23 casos frente a 489) por lo que si además su olfato lingüístico le ha llamado la atención sobre el tema (es conocido que los andaluces nunca, y digo nunca, utilizamos esa construcción), paso a corregirlo.

Y además pido disculpas por el contagio madrileño.

(Si algún día escribo "la dijo", me retiro, que conste)

Un saludo,
X.

Divina nena dijo...

A la primera pregunta,si, soy la anónima de siempre que finalmente he optado por registrarme.
A la segunda cuestión, si es lo que buscaba creo haber descrito de la manera más sencilla la sensación que me ha producido, y de nuevo enhorabuena por este texto.
A la tercera,siendo andaluz, comprenderás mi apunte :-D, pues aunque se nos tache de emplear de mala manera el castellano, concretamente los laismos no se nos escapan. Ay, ay, que se nos está "amadrileñando". Espero que el cocido te quede más andaluz que madrileño ;-D

X Divina Nena

conde-duque dijo...

¡¡¡¡Yo te digo, Xavie, que podemos conseguirlo!!!!
Por mucho que se empeñe, por muy maravillosa, inteligente, graciosa y andaluza que sea, conseguiremos no enamorarnos de Divina Nena...
Está muy complicado, pero yo creo que podremos conseguirlo.

La independiente dijo...

Sí, conde, podemos conseguirlo sin duda. Somos hombres que saben controlar sus impulsos.
Faltaría más...

:-P

X.