El hombre con aspecto de mendigo que apretaba un cartón medio vacío de vino barato le miró y le dijo: "prepárate para la destrucción, amigo". Aquello le pareció de mal agüero pero nunca había sido un tipo supersticioso así que no le hizo ningún caso. Sabía que el alcoholismo y las noches pasadas en huecos rodeados de cartones acaban con la salud mental de cualquiera. Un coche dio en ese momento un frenazo a su espalda mientras echaba a andar. Entró en el edificio en el que trabajaba y subió a la segunda planta, donde tenía su despacho, abrió la puerta y se sentó en su butaca. Encendió el ordenador y comprobó su correo electrónico. Esperó.
Ahora se pregunta que pasará a continuación. Hasta ahora sólo ha hecho lo que le han ordenado. Así que se levanta (rápidamente, como si algo le hubiera sobresaltado) pensando que hubiera preferido levantarse con tranquilidad. Sabe que no puede quejarse porque esas son las reglas y él no es nadie (nunca ha sido nadie, en realidad) para oponerse. Camina en círculos, como si estuviera nervioso por algo y entonces recuerda la maldición del mendigo, y aquello (porque así está escrito) no le provoca la más mínima preocupación. Recuerda vagamente (vagamente, por si no quedaba claro) que tiene obligaciones con las que cumplir. Mira por el ventanal de su despacho y ante sus ojos se despliega el centro de una gran ciudad, con sus tejados antiguos que la hacen parecer un pueblo pequeño. No entiende muy bien qué está haciendo aquí.
Nosotros tampoco. Yo sólo pretendo divertirme un poco a su costa. Por eso hago que se retire de la ventana, que agarre la butaca de su despacho, que rompa el cristal después de golpearlo varias veces con mucha fuerza y que se arroje al vacío. Y lo hago porque el mendigo del comienzo me cae mucho mejor y no quiero que su profecía deje de cumplirse. Que se joda.
6 comentarios:
¡Joder, no serás tú de los que dicen que sus personajes adquieren voluntad propia y se le revelan! Tú eres un tirano caprichoso con ellos.
Hola Porto,
Si fuera de los que piensan eso, me sentiría muy mal tratándolos así de mal. :-D
Sólo era un divertimento, tal y como dice el título.
Un abrazo,
PD: Gracias por las felicitaciones
En todo caso, un malicioso divertimento... Un abrazo.
Que se joda. Si ni siquiera tiene nombre...
:-D
Un abrazo, rythmduel
tirano o no tirano .. te ha salido del alma poner el final que has puesto.
Me alegro por ti la noticia ha tenido que ser muy buena para sacar "tu divertimento" y juventud, ¡por fin alguna locura!.
¿Mi juventud? ¿alguna locura?
No sé, anónimo, no sé. :-D
Un saludo,
X.
PD: Identifíquese inmediatamente. :-P
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