Soy una piedra y no soy inmutable. Sólo inmóvil. El agua maldita me moja, se hiela y me hace daño. El agua es nuestro gran enemigo. El fuego no. El fuego nos transforma y nos modela, nos hace cambiar. Pero el agua arranca nuestros pequeños pedazos y los esparce por ahí como si pensara que no los vamos a echar de menos.
He tenido mala suerte. No he hecho nada malo para acabar formando parte de este planeta absurdo y lleno de vida verde. Pero aquí estoy.
Ojalá hubiera nacido en la Luna.
2 comentarios:
Esto es más un fragmento que una idea. Pétrea. Con su punto de ironía. Un abrazo.
Sí, probablemente sea una fragmento rocoso.
Y lo de la ironía, no puedo evitarlo. ¿Qué le vamos a hacer? :-D
Un abrazo
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