jueves, octubre 20, 2005

Joyería

Engarzar palabras requiere de la habilidad de los joyeros, capaces de engastar pequeñas piedras preciosas en huecos diminutos. La escritura está reñida con la prisa, dijo el escritor.

Las palabras no se engarzan, no se unen en una cadena. Las palabras se llaman unas a otras, cumpliendo así su destino, dijo el poeta.

Un personaje no es más que una ristra de palabras, dijo Stevenson.

¿Y yo qué soy?, preguntó, tembloroso, Bartleby.

Una palabra detras de otra, digo yo.

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