lunes, julio 21, 2008

Método

Le preguntaron cuál era su método de escritura de poesía. Cómo era capaz de escribir esos sintagmas, aéreos, creo que dijeron, aéreos, como si las palabras pudieran ser iguales que las compañías de aviones esas de las muchachas vestidas como muñecas daltónicas, pero eso es lo que dijeron, aéreos y él dijo que seguía la vieja técnica de la posesión, la vieja y telúrica (qué palabra esta, telúrica) técnica de convocar las energías del mundo y dejarse poseer por ellas, como si fuera un chamán aleccionado por algún libro de autoayuda sudamericano. Por decir algo, claro. Pero en realidad lo que hace es concentrar su atención en otro punto, como en las antenas parabólicas que se ven allá a lo lejos, a través de la persiana de la ventana del edificio donde trabaja, y dejar que las manos tomen por su cuenta un camino que acabe por sorprenderle.

La memoria del cuerpo siempre es mejor y más exacta que cualquier otra. Siempre.

5 comentarios:

Bárbara dijo...

qué forma tan hermosa y rigurosa de decirlo...

AROAMD dijo...

oh

Sebastián Puig dijo...

Exacto.

La independiente dijo...

Gracias Bárbara,
Y bienvenida, siéntase usted en su casa.

Aroa y rythmduel,
Gracias a ambos.

X.

NáN dijo...

exacto, como dice rythmduel.
Pero yo añadiría una pasadita por olvidarse después del cuerpo y en una especie de oscuridad táctil dejarse llevar por los sonidos. Recgidos por el cuerpo, claro.