Bruno, como todos los grandes ególatras, estaba especialmente dotado para el victimismo. Siempre se estaba quejando: de no estar valorado en el trabajo, de estar perdiendo el tiempo en aquella empresa, de los compañeros que, según él, le hacían la vida imposible, de que el último ascenso se lo hubieran dado a otra persona, mucho peor preparada para el puesto, del tiempo, del reflejo de la ventana, de la falta de sandwiches en la máquina del café. De casi todo.
Era alguien signo de los tiempos: lo quería todo, lo quería ya, y lo quería porque, no nos engañemos, se lo merecía.
Así que cuando decidió acabar con la vida de algunos de sus compañeros de trabajo con una escopeta de caza que tenía desde los catorce años, su primera víctima fue su jefe, ese mediocre que se resistía a reconocer todo lo que le debía. En segundo lugar, mató a Amalia, porque no conseguía olvidar aquella noche en la que ella lo rechazó alegando tener pareja. Y por último, pues siempre acababa lo que había empezado, contempló con curiosidad los ojos negros del arma, respiró hondo y tiró del gatillo.
No llegó a oír el ruido del disparo, claro. Aunque sí que notó su cabeza golpeando contra el suelo a la vez que pensaba que hasta en eso, en la despedida, había marcado una época en aquella empresa de mierda.
8 comentarios:
Es verdad, hay muchos Brunos en esta vida. Unos porque tienen cataratas y no pueden ver las maravillas que nos rodean, grandes o pequeñas, y otros porque están solos, van agachando la cabeza, hasta que no ven nada más que su ombligo y con dolor de cuello, además, ja.
Para qué coño estan las ventanas, sino para mirar a través de ellas y querer salir....
un abrazo xavie
He experimentado un extraño "déjà vu" al leer esta entrada... ¿No has posteado antes algo parecido?
Uno de mis primeros objetivos de este año, después de haberte conocido y tras haber finalizado el puñetero curso con Portorosa, era visitar tu blog. Ya venía con las ideas preconcebidas gracias a Fernando, pero no han dejado de sorprenderme la calidad de tus escritos y tu personal mirada. Ya no dejaré de enlazarte desde mi propio blog. Un abrazo.
Hola ixai,
Es verdad. Hay demasiada gente que prefiere quejarse todo el rato, en lugar de alegrarse de lo que tiene.
Mr anonimo,
No es un déjá vu, es un fallo en Matrix. :-D Sí, la verdad es que esta entrada ha sufrido mis cambios de opinión y lo mismo ha aparecido que ha desaparecido. Ahora está. Quién sabe qué pasará con ella mañana. Normalmente cuando posteo algo que luego desaparece es que no me ha gustado cuando ha pasado algo de tiempo. Pero con esta entrada depende del día. A veces pienso que es una tontería y a veces me gusta. Hoy me gusta.
rythmduel,
Considera esta tu casa. Faltaría más. Y gracias por el halago, por supuesto.
Un abrazo a todos,
Xavie
Besos Xavié.
Hola xavie, tenias razón, en google lo encuentras todo icluso a ti por muy cateto que sea el pueblo desde el que se te busca jeje. He pasado un buen rato leyendo muchas de las cosas que tienes por aqui escritas y ha sido bastante interesante, te felicito.
Un saludo de tu taxista en Granada.
Hola Nacho,
Me alegro de que te haya gustado lo que escribo... Y sí, incluso desde un pueblo cateto, Google es Google. :-D
Un beso, princesa
A mí me gusta bastante.
Un abrazo, Xavie, espero que todo te vaya bien.
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