Tuvimos mala suerte al hacer caso a los alucinados seguidores de aquella teoría. Una respuesta ecológica a la destrucción que estábamos provocando en el mundo, un cambio en nuestras conciencias. Algo que nos haría diferentes.
Alzamos alborozados los brazos, con la mirada brillante de los creyentes, cuando las primeras pruebas científicas nos demostraron que era posible. Los primeros en probarlo volvían del viaje con los ojos más profundos, cambiados para siempre. Aquellos que la habían sentido en su interior nunca más se atrevían a hacer nada que pudiera alterar su equilibrio. Aquellos que habían mirado con otros ojos se convertían en algo más que hombres.
Y nos fuimos. Y el asfalto se abrió como la tierra húmeda bajo la fuerza de las raíces. Y los puentes se cayeron y los coches se cubrieron de hiedra y las centrales nucleares fueron conquistadas poco a poco por una naturaleza inédita. Nos fuimos y nos declaramos derrotados por el bien de todos. No solo el nuestro, el de todos.
Añoro la sangre bombeando en mi cuerpo y en mi miembro. Y el deseo que nos conducía, el sabor del chocolate suizo, el frescor de la cerveza helada. Echamos de menos tantas cosas que seríamos incapaces de recordarlas todas.
Ahora es tarde. Ha pasado nuestro tiempo.
3 comentarios:
¿Te refieres a los tecno-optimistas? Buena gente. Creen en la tecnología como mis bisabuelos en dios. También buena gente (me refiero a mis bisabuelos).
El texto me ha encantado y me ha recordado al libro de Corman MCarthy "On the road" (sé que ahora hay una peli pero no voy a ir a verla, el libro es tan alucinante que no quiero nada más)o quizá es que ya pasé suficiente hambre, frío y desesperación mientras lo leí y no quiero repetir la experiencia a través de los fotogramas.
Sigo leyendo y me gusta mucho tu estilo. Volveré.
Por cierto, no sé cómo lo anotaste pero he perdido la dirección de mail, no está en mi móvil. Así que, te paso la mía, si puedes, y quieres, ponte en contacto conmigo para echarme un cable con ese tema que te consulté.
B. (Saturnovenusiana)
bperlines@yahoo.es
Hola Nan,
No, me refiero a los creyentes en la Madre Tierra, que unieron sus conciencias a Gaia y perdieron para siempre su condición de humanos. :-)
Pero vamos, que los tecno-optimistas me caen bien ya lo sabes... Y tus bisabuelos también, faltaría más.
Hola B.
Pues creo que te pasas con el halago, la verdad pero muchas gracias. Bienvenida y vuelve cuando quieras.
Un saludo,
X.
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