lunes, diciembre 07, 2009

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Es cierto que la cultura actual tiene una base pop indiscutible, que es necesario saber citar la torre Ming de Flash Gordon como antecedente de la Torre Agbar de Barcelona, que los cantantes y dibujantes y cineastas que han contribuido a la imagen que tenemos del mundo lo hicieron sin darse demasiada importancia porque creían participar en un entretenimiento, que nadie lee a Aristóteles y mucho menos a Montaigne, que las tribus urbanas japonesas, como casi toda la cultura oriental, nos resultan incomprensibles, que los viajes se han convertido en un mal guión de cine en el que todo el mundo te cuenta sus experiencias mediante una presentación de diapositivas, que la lectura se ha vuelto extensa y superficial y somos expertos en Trivial Pursuit en lugar de estudiosos de Hegel, que bastaría dejar de consultar el perfil de Facebook para que todo pareciera ir algo más despacio, que es peligroso viajar en moto un día de lluvia y hay que extremar la precaución cuando se pisan las rayas pintadas de la carretera, que, tras una buena noche de sexo con una nueva mujer, queda un regusto amargo al que no le encontramos explicación, que demasiado ingenio en una novela acaba por cansar, como si el ingenio fuera dulce de leche, que es hermoso observar el puzzle caótico que forman las gotas de agua en la ventana, que es imposible predecir dónde caerá la siguiente gota o cuál de ellas será la que corra más rápido hacia el alfeizar, que en una casa siempre hay algo de comer, que no es una buena idea tener la ropa tendida cuando comienza el chaparrón, que se está muy bien bajo las mantas cuando fuera arrecia el frío, que debería dejar de darle tantas vueltas a la cabeza y vivir más ligero, que el periódico del domingo es un placer simple, que tal vez haya llegado el momento de intentar un negocio propio.
Y, sobre todo, que hacía ya demasiado tiempo que no escribía nada en el blog, una mascota a la que es obligatorio alimentar para que no languidezca y muera, y que a veces no tengo ninguna idea para un relato y entonces debo publicar el montón informe de cosas que se me pasan por la cabeza un lunes lluvioso de diciembre.

7 comentarios:

Anónimo dijo...

e incumplir una vez más (y ya perdí la cuenta) tus propias normas "inamovibles".
Afortunadamente.

Fleischman dijo...
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
Fleischman dijo...

(repito respuesta, porque no sabía cómo editar una errata)

Me ha gustado el revuelto, sí señor. Me siento identificado, salvo en... bueno, no digo nada, que tener fama de malfollao no es productivo. Creo que el hecho de ser aprendiz de todo y maestro de nada es una de las consecuencias de la cultura audiovisual, cibernética, wikipédica y ortopédica. Luego queda en manos de cada uno profundizar sobre aspectos de la cultuta que le interesen, pero lo habitual es comerse la piel y dejar la pulpa. Ideal para jugar al Trivial, como comentas.

Se ha creado una clase media cultural (entre la que me incluyo) que adolece de falta de profundidad, ensimismada en los guiños pop, las referencias frikis, y los juegos de palabras insustanciales. No tengo derecho a sentirme mejor que las familias que pasean con pelucas por el centro.

¡Viva la peste bubónica!

ETDN dijo...

Olé por los lunes lluviosos e inspirados. Me encantan tus posts-brainstormings (además los oigo con tu voz, ya sabes).

Pero igual es que ando demasiado blandita últimamente ;P

bss

Xavie dijo...

Hola anónimo,
Sí, esa es la idea. Inventar normas arbitrarias para poder violarlas de forma también arbitraria. :-)

Hola Fleischman,
Pues sí, que viva la peste bubónica, pero que, si no te importa, se declare cuando yo esté fuera de la ciudad. :-)

Gracias ETDN,
Mola lo de los post-brainstorming.
Un beso. Y anímate.

Portarosa dijo...

Pues está genial, el post.

Tiene razón Fleischman en lo de nuestra (mi) cultura de envoltorio nada más.

Un abrazo.

La independiente dijo...

Hola Porto,
Hable por usted, eh, hable por usted. En mi caso la cultura no es solo envoltorio sino todo un barniz. :-P

Abrazo,
X.