viernes, noviembre 03, 2006

Nódulos

Tiempos de lodo y fango. Tiempos oscuros en los que no es posible ver bajo el agua, apreciar la claridad de la corriente, del mainstream (que diría un norteamericano).
Tiempos de duda, de turbiedad, de confusión, de mezcla. Tiempos en los que el tiempo libre y el de trabajo, la amistad y la desatención, la sequía y las inundaciones se enredan como una bola de pelo que se quedara atorada en el desagüe.

Nódulos, cúmulos, embrollos, tumores, mutaciones, conejos modificados genéticamente para ser fluorescentes, vocales y acentos que se van por la alcantarilla al comunicarnos con los demás, avisos sonoros, la lenta e implacable música de las horas (los ordenadores latiendo dos mil millones de veces por segundo), ingenios difusos que nos analizan a través de lentes de aumento, inteligencia distribuida, imágenes, sexo, violencia y la lluvia ácida corroyendo con parsimonia las fachadas oxidadas de los edificios más nuevos.

Pero todavía hay veces en los que el temblor de la carne caliente nos conforta, todavía hay veces en las que el resplandor de una palabra o de una pincelada nos conmueve, todavía hay veces en las que

el curso de esta tarde tan alejada y lenta,
sin afanes y solo,
esta tarde tranquila en la que amar
lo gris, lo no tan brusco ni glorioso:
perderme en mi interior sin ambiciones,
asumir la penumbra y deslizarme.
Reflexiono en mi cuarto
mientras llueve, parece innecesaria
cualquier exaltación.

Las cosas, lo que exigen.

5 comentarios:

princesadehojalata dijo...

Ahí le has dado.

Beso.

ignatiusmismo dijo...

Estoy de acuerdo: son tiempos de lodo y fango.

La independiente dijo...

Gracias a los dos,

Sí, tiempos turbios estos que nos ha tocado vivir

Un saludo,
Xavie

Anónimo dijo...

Bravo, Xavie. Maravilloso. Una gozada en esta tarde alejada y lenta que estoy viviendo.

Un beso. C.

La independiente dijo...

Gracias Cal,
Sí, para mí también está siendo un día lento. De mirar por la ventana y oler el sonido de la lluvia en la calle.

Un beso,
Xavie