miércoles, agosto 09, 2006

Lisboa

Cada una de las piedras de las aceras de Lisboa se coloca a mano. Las aceras, como resultado, son irregulares y están llenas de pequeños montículos. Podríamos decir que la piel de la ciudad tiene arrugas. Y eso está bien.

Pero a veces se avergüenza de esas arrugas, cede a la vanidad y se esconde entre la bruma marina. Como una estrella de cine decadente, cuando exige filtros en las cámaras de televisión. Y eso también está bien.

Y las cuestas. Y el paso de los tranvías. Y los relieves manuelinos. Y las caras de los gitanos portugueses. Y el café. Y los pasteles de nata.

Pero lo mejor de todo es ir con un libro bajo el brazo a conversar con Bernardo Soares. Dicen que su conversación está llena de frases rotundas, de efecto retardado. No sé, yo lo he intentado y a pesar de estar siempre en el mismo sitio, delante del café A Brasileira, nunca dice nada. Al ser de bronce, debería hablarnos con voz de cúpula, pero inexplicablemente no lo hace. Quizá se trate de un rasgo propio de los lisboetas. El silencio propio de la saudade.

Sin embargo, yo no pierdo la esperanza. Cada vez que voy, le pregunto: Señor Soares, ¿qué tal el café negro esta mañana?

5 comentarios:

Portarosa dijo...

Adoro Lisboa. He estado más de una docena de veces, y cada vez me gusta más.
Me llamó mucho la atención que en la calle en la que el supuesto Soares trabajaba (o vivía, no recuerdo), que creo que era la de Douradores (y, si no, una de las de al lado), no había ninguna referencia al "Libro del desasosiego" ni al autor. La recorrí un par de veces, mirando cada portal, cada placa, y nada.

Un abrazo, Xavie.

La independiente dijo...

Compartimos el gusto por la ciudad, entonces.
Yo también suelo ir a menudo.

Lo que no me extraña es que no haya ninguna placa conmemorativa del "Libro del desasosiego", igual el ayuntamiento se ha hartado de esa actitud de suficiencia de la estatua de Pessoa; ya te digo que Bernardo Soares no contesta cuando le hablas. Será lo que tiene la fama. :-D

Un saludo Porto,

Xavie

princesadehojalata dijo...

Visitaré Lisboa por primera vez este mes de Octubre. Alguna recomendación? Tengo muchísimas ganas. Un beso Xavié y otro a Portorosa.

La independiente dijo...

Hola princesa,
Pues muchas, no sólo una. Algunas:

El café solo, el Chiado y la Baixa (los dos barrios que más me gustan de Lisboa), el jardín botánico (elegante y decadente como la propia ciudad), la vista desde el Castelo de Sao Jorge y desde el mirador de Graça, el recorrido del tranvía 28, el bacalhao a bras, las torradas con manteiga, la torre de Belem, el monasterio de los Jerónimos, el centro cultural de Belem, la fundación Gulbenkian...

Lisboa, al igual que el París de la novela de Vila-Matas, no se acaba nunca. :-D

Un saludo,
Xavie

Alicia Liddell dijo...

Lisboa sube y baja. Es una ciudad increíble, destartalada, hermosa ... a pesar de la modernidad de la última Expo que, al menos, no ha restado carácter a su centro histórico.

Como Portorsa y Xavie, adoro esa ciudad hecha para ser pisada, para ascender las escalinatas del duque, para viajar en uno de los metros con estaciones más bonitas.