Frank Wilczek, premio Nobel de Física de 2004, dice esto tan hermoso del universo en una entrevista:
"-En realidad, espacio y tiempo están relacionados. El tiempo no tiene principio y final, como usted asume al preguntarme por el final de mi vida, que, en puridad, tampoco tiene un inicio y una conclusión.
-Pero uno se muere: eso es un hecho.
-Me habla usted de la realidad, no de percepciones ni de conciencias..., ¿no?
-Sí.
-Pues la vida no transcurre y el tiempo tampoco: son. Su vida es, porque está integrada en el universo.
-Eso vendría a ser que...
-Déjeme citar a mi autor favorito, Weyl: "El mundo no viene a ser nada. Es". Ya le digo que la realidad es inimaginable. No es que quiera desconcertarle: simplemente pretendo ser exacto. Y, como físico, no puedo aceptar que el tiempo tenga principio ni final. El tiempo forma parte del universo de forma indivisible y no se puede cortar como si fuera una salchicha.
-En teoría.
-¡Científicamente! Le hablo de hechos probados en el laboratorio.
-Imagínese que soy más tonto aún de lo que soy: por favor, explíquese.
-Cuando estudias el universo a fondo, descubres que es mucho más extraño y alejado de nuestra cotidianidad de lo que imaginabas. La auténtica textura de la realidad es inalcanzable para la imaginación humana: es infinitamente más diversa y compleja que la mente de cualquier persona.
-¿Y...?
-Lo rigen reglas insospechables, pero, en la medida en que puedes acercarte a ellas, intuyes que comparten una lógica interna bellísima de la que todos formamos parte.
-¿Puede ser más explícito?
-Cuanto más profundizas en el conocimiento del universo, más capaz eres de explicar más cosas con menos axiomas: la ciencia moderna razona casi todo con poquísimas ideas, porque resulta que la partícula más elemental y la inmensidad están íntimamente relacionadas en esa misma lógica.
-Parece usted un poeta.
-Soy un científico. He dedicado mi vida a estudiar, sobre todo, las partículas elementales: el elemento último que forma la materia."
Soy un científico. El universo no viene a ser nada. Es.
La auténtica textura de la realidad es inalcanzable para la imaginación humana.
La emoción, esta vez, directa desde la inteligencia y el método científico.
3 comentarios:
¿Y esto es cierto, esta entrevista?
Sí, porto, es cierta. En la Contra de La Vanguardia durante el año pasado. No recuerdo exactamente la fecha.
Un saludo,
Xavie
Pues es, a la vez, interesantísima y (para un profano absoluto como yo) desconcertante. Muy buena idea mostrárnosla, Xavie.
Un abrazo.
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