Esta refinada metáfora del papel en blanco, un rectángulo blanco en una pantalla llena de píxeles que trata de hacernos creer que seguimos escribiendo a máquina cuando, en realidad, todo lo que escribimos, todo lo que guardamos aquí, en este soporte magnético, o de estado sólido, o de lo que sea, a diferencia de nuestras antiguas cajas llenas de manuscritos mecanografiados, está al borde de la desaparición, al borde de no haber existido nunca: un pico de tensión, un golpe al ordenador, un susto, un incendio de una central eléctrica, una guerra nuclear, el fin de la humanidad tal y como la conocíamos, cualquier detalle sin importancia, y nuestras palabras se volatilizarían sin dejar rastro, como cuando la corriente de un río bordea una piedra y más tarde vuelve a ser río y cuatrocientos metros más abajo no hay ningún signo, ningún rastro de que la piedra haya estado ahí alguna vez. Así desaparecerían nuestras palabras, sin huella, sin humo, sin signo, sin pisadas, sin ruido, sin que pudiéramos aducir ninguna prueba de que alguna vez existieron.
Y entonces tendríamos un problema porque estas palabras estúpidas y vanidosas o sangrantes y verdaderas, pura morralla que puebla los discos duros de miles de servidores alineados de alguna remota nave industrial de California o aire y alimento del alma, buenas o malas, buenas y malas, con importancia o sin ella, son tan parte de nosotros como los personajes literarios que nos acompañan y que recordamos mejor que a algunos amigos que supuestamente existieron. Estas palabras, gran artificio, base y cimiento de la civilización y de la transmisión cultural, diferencia fundamental con los brutos, existen unas detrás de las otras y crean la ficción de la secuencialidad y del paso del tiempo, crean un universo cerrado sobre sí mismo. Un universo como el de las matemáticas, un universo incompleto pues, como ya Gödel se encargó de demostrar, contiene en su seno al menos una proposición que no puede demostrarse utilizando las propias reglas del sistema.
Y entonces tendríamos un problema porque estas palabras estúpidas y vanidosas o sangrantes y verdaderas, pura morralla que puebla los discos duros de miles de servidores alineados de alguna remota nave industrial de California o aire y alimento del alma, buenas o malas, buenas y malas, con importancia o sin ella, son tan parte de nosotros como los personajes literarios que nos acompañan y que recordamos mejor que a algunos amigos que supuestamente existieron. Estas palabras, gran artificio, base y cimiento de la civilización y de la transmisión cultural, diferencia fundamental con los brutos, existen unas detrás de las otras y crean la ficción de la secuencialidad y del paso del tiempo, crean un universo cerrado sobre sí mismo. Un universo como el de las matemáticas, un universo incompleto pues, como ya Gödel se encargó de demostrar, contiene en su seno al menos una proposición que no puede demostrarse utilizando las propias reglas del sistema.
Y un día te levantas y ese día
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15 comentarios:
Es bonita, esa incompletitud.
Y es bonito este post. Aunque bonito sea una palabra que ha dejado de tener significado a base de usarla. Pero yo no la uso mucho.
Felices vacaciones, en cualquier caso!
(ante la duda pulsen esc por favor...)
Sí, es bonita, creo yo también.
Y gracias por el halago. Como bien dices, las palabras son como las cebollas, no es lo mismo decir "bonito" o "amor" que "electromagnetismo" o "imcompletitud", por ejemplo. :-D
Intentaré pasarlo bien.
Un beso,
X.
Pero a ver: ¿tú no te ibas? Y aun yéndote quince minutos después ya has escrito toda esta digresión (por favor no le des a borrar, aguanta)?
Da pánico tu mente, Xavie!
Pero felicidades!!!
Y que te acompañen por siempre aquellos que ya sabes (por ejemplo Lo-li-ta).
como dice una compañera mía...los arqueólogos del futuro serán informáticos...
aunque ¿no crees que si hay una guerra nuclear tampoco se librarán de la quema los papeles...?(por tocar un poco las narices...)
;)
Interesante (y bonito, qué coño) texto metaliterario. Ya dije una vez, creo, que me gustan mucho los textos que te salen así, de seguido, como un brainstorming de ideas que van surgiendo y encadenándose, casi más que los que están más elaborados, aunque de eso ya hablaremos a la vuelta, espero.
¿Borrar todo? Qué vértigo. Aunque algo quedaría, seguro, algo queda siempre en la memoria, aunque no siempre sea lo que esperamos o lo que nos gustaría.
bss
Gracias Lara, María y ETDN por el comentario.
Me iba de vacaciones (estoy de vacaciones) pero decidí batir mi record el día de la despedida y publicar más de una entrada... (en total, tres entradas, tres). Y lo de la mente, no sé yo... :-D
María, me gusta eso de que los informáticos serán los arqueólogs del futuro. :-)
Y bueno, la verdad es que son textos más de fogonazo que los otros, pero también están algo trabajados (lo digo por lo que dice ETDN, claro) aunque, por supuesto, no tanto como los relatos. Ya hablaremos, ETDN.
Besos,
X.
no te tomes las vacaciones muy en serio, yo digo que entre la neverita, la tienda de campaña, las palas y cubos y toda la artillería con la que bajas a la playa podrás llevar el ordenador, y sin dar a borrar -no le des, no- enviarnos tus ideas, fragmentos, que aquí las esperamos... que un mes sin tu ritmo de palabras, oye, se nos puede hacer largo
No borres!!! no hay palabra mala, quizá mal leída...
O sea, que te vas de vacaciones? pues te importará poco entonces que entre aquí para decir a grito pelao
he vueltoooooo!!!!!!!
(hay alguien?)
Muy bueno.
Un aplauso para Xavie.
Que disfrutes de las vacaciones...
El final es genial. Un beso.
Cabe imaginar a las cabras, porque seguro que las cabras vuelven a reproducirse, intentando comerse discos duros entre los escombros.
Lo incompleto da angustia. La angustia es bonita, porque nos hace escribir. Lo que escribimos nos deja siempre la sensación de que es incompleto. Y así, cada 14 días, nos vemos.
Chévere, Xavie.
Gracias aroa, vicky, princesa, conde y nano.
Nos vemos dentro de poco.
Besos,
X.
Buenos días:
¿Lo tiene decidido o las vacaciones
le ha hecho recapacitar sobre el asunto?
Saludos
¡Ni se te ocurra!
;-D
Besos, X (y felices vacaciones, aunque ya nos hemos dado cuenta todos de que las tuyas son algo intermitentes).
PS: A mí esa preguntita de marras que aparece en Blogger: "¿Desea suprimir este blog?", con su botoncito correspondiente ahí, al lado, bien dispuesto para darle, es que me da pánico (casi tanto como la misma muerte)...
Bueno, ¿y a ti qué te pasa?
Porque no estarás todavía de vacaciones, ¿no?
Un abrazo, X.
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